Quejarse
Si hay algo que nos guste a los humanos y más especialmente a los españoles es quejarnos. Quejarnos de todo y luego no mover un dedo por nada, o quejarnos a diestro y siniestro por cosas que son normales y que cuando cambian tampoco nos convienen y nos quejamos otra vez.
Un claro ejemplo es el tiempo, ¿cuántos de nosotros un 13 de agosto a 43 grados a la sombra no decimos "qué calor hace a ver si refresca un poquito" o "hasta las ranas van con cantimplora del calor que hace"? Todos. En ese momento el mago del tiempo nos oye y decide que al día siguiente la temperatura baje a 21 grados (temperatura ideal según los "expertos") y además así nublado para que el sol no nos moleste. Todos a quejarse nuevamente: vaya mierda de verano, para cuatro días que venimos a la playa hace malo, es que así no puede ser se me gastan las vacaciones del curro y no me voy a poder moreno vaya castaña... El tiempo es una de las cosas que más quejas genera, me viene a la cabeza esta gente que sale por la tele que pide que llueva porque va a haber sequía, empieza a llover pero coincide con el megapuente de mayo y ya ves a la gente diciendo que vaya pufo de lluvias que para cuatro días que hay de puente se tiene que poner a llover que tal que cual... ¿En qué quedamos?
Otro motivo de quejas es los precios de las cosas. Que si qué caro está todo, lo que ha subido, yo antes con cinco mil pesetas hacía la compra, es que vale todo una barbaridad... pero luego salimos por la noche y si las copas valen ocho euros alguien comenta que qué caras pero que qué le vamos a hacer que es lo que hay a pesar de ser garrafón... O también lo de qué malas son las copas de este garito porque ponen garrafón y a precio de oro pero nadie deja de ir allí, siempre que vas hay cola para entrar. Por no hablar que a la entrada te meten un buen palo por el culo por la entrada del orden de 8-10 euros también, eso sí con copa incluida. Todos a quejarse pero nadie reclama ni hace nada.
Se dice también que cómo sube la gasolina, esto no puede ser, es que no baja nunca aunque veo bajar el petróleo, vaya tela... pero todos a comprarse todoterrenos de esos que gastan 20 litros a los cien y que es supercañero y además lo vamos a tunear para que tenga más resistencia al viento y tal...
Luego está la gente que se queja sin tener razón ninguna. El otro día estuve a una reunión de propietarios del garaje de mi padre y se tuvo que votar si poner dos vigilantes o uno ya que es un garaje de cuatro plantas con mil y pico coches dentro. Nos dieron a elegir entre un presupuesto de cuota de comunidad de 12 euros con un vigilante y 15 euros (sólo tres euros más) dos vigilantes... salió por amplia mayoría sólo un vigilante porque tres euros era demasiado cuando luego muchos de los que allí había se fueron al bar y se gastaron en cañas los tres euros. Luego habrá robos, vandalismos y cosas y la gente se quejará de que el vigilante no hace nada y se pasa el día durmiendo. Y ya entrando en reuniones de comunidad ahí sí que se oyen quejas de tonterías: que si por qué tengo que pagar yo tanta comunidad si vivo en el bajo y no uso el ascensor, por qué tengo que pagar el arreglo de la azotea si vivo en el primero, por qué tengo que pagar el arreglo del suelo del portal si yo estoy muy delgadito y casi no lo desgasto...
Lo mejor de todo es que la gente se enciende como la gasolina, todo el mundo va cabreado pero en cuanto uno pía un poco todo el mundo explota y se pone a gritar. Un ejemplo claro es en el transporte público (y yo lo he probado alguna vez para reirme): huelga de metro, pasa un tren cada 15 minutos, el que viene no cabe ni un bolígrafo, la gente que llega tarde todo el mundo al curro, todos con el megacabreo interior pero con cara impasible. Se me ocurre comentar así en voz medio alta: vaya vergüenza para cobrar el billete andan siempre bien dispuestos pero para dar buen servicio... Es el momento de callar y ver la reacción: empieza la gente a cabecear, algunas señora empiezan a cuchichear por lo bajo (quejándose), se empiezan a oir comentarios cada vez más altos sobre la familia de Esperanza Aguirre, y ya la gente empieza a gritar improperios y tal... pero como somos como borregos llega un tren vacío todos para dentro y tan contentos. Al llegar cada uno para su lado, nadie pone una sola reclamación ni hace nada y todos tan felices a aguantar el chaparrón del jefe por llegar tarde.
Muchas otras situaciones hay de quejas pero no me voy a poner a contarlas porque no tendría espacio en el servidor del blog para poner este post. Espero que seáis de los que se quejan y actúan y no de los de quedarse quietos y aborregados.