Cosas que me j... digo, que me fastidian bastante (VII)
A pesar de la edad que va teniendo uno ya a veces me toca ir a la biblioteca a estudiar, esas veces no son tantas como me gustaría o como debería incluso, por mis estudios de mayor que se llaman doctorado. Normalmente las bibliotecas que suelo visitar son bastante grandes porque me pillan más cerca o porque es la de la facultad y se supone que hay muchos puestos para estudiar. El caso es que cuando llegas observas que hay bastante gentecilla pero hay muchos huecos libres en las mesas, así que nada me dirijo hacia uno que me guste y, cual es mi sorpresa, que hay unos folios puestos. Pregunto a la chica que está al lado y me dice que está ocupado... ¿por quién? Por los folios por supuesto que son una entidad humana desconocida hasta ahora que viven en un recóndito lugar de la selva pero que en época de exámenes se van a la biblioteca a estudiar encima de la mesa.
Como uno algunas veces no tiene ganas de discutir pues te vas hacia otro de esos lugares aparentemente libres, pero ya llegando ves que hay una carpeta puesta cerrada y sin bolis ni nada sobre el lugar. Vuelves a preguntar a la persona de al lado y te dice que está ocupado... ¿por quién? Por el señor carpeta, que es un señor muy estudioso y que suele estudiar estando cerrado sobre la mesa y sin dar ruido a nadie. Tercer intento: una mesa de cuatro ocupada por un solo chico y con tres asientos libres sobre los cuales veo que hay unos folios, una carpeta y un libro. Efectivamente la mesa estaba totalmente ocupada por otro señor carpeta, unos señores folios y el hombre invisible que estaba leyendo un libro abierto sobre la mesa que se está sacando ahora el título de Licenciado en Derecho. Lo que ocurre esta vez es que ahora sí que tienes ganas de discutir después de llevar un buen rato buscando sitio y que todo el mundo te haga la misma jugada estando la sala medio vacía. Así que me siento en la silla de los señores folios y los aparto sobre el señor carpeta, como no le han echado bastante cara la persona que estaba al cuidado de todos estos personajes de papelería te dice, bastante indignado, que ese sitio está ocupado!!... y yo siempre contesto que claro que sí que tiene razón: que está ocupado por mi en este momento y que cuando venga la persona que vendrá en el futuro para la que estaba guardando sitio, y que a veces no viene nunca o viene al cabo de dos horas, pues que busque sitio como he hecho yo ya que hay muchos libres.
Esto es una cosas que me j... digo, que me fastidia bastante porque no es el único ámbito de la vida en el que la gente ocupa (guarda) sitios para los demás que nunca aparecen o que aparecen al cabo de mucho rato mientras podrías haber ocupado tú su sitio en vez de estar vacío desperdiciado. Si la gente no guardara los sitios y se rotaran bien seguro que habría menos problemas de personas esperando para ocuparlos.