Arrivederci Italia! (1ª Parte)

Se terminaron mis vacaciones de septiembre en las cuales he estado en Italia. La verdad es que ha sido una verdadera paliza ya que he estado en cinco ciudades en una semana y he visto, o eso me parece a mi, un millón de cosas. Podría decir la típica frase que dicen en algunas pelis de esas que cuenta la historia un vampiro o un señor viejo: "mis ojos han visto tantas cosas...".

Comenzamos en Milán donde, para empezar, el hotel en el cual teníamos reservado nos dijeron que había un problema y nos cambiaron a uno mejor según ellos. No estaba mal pero no era el Palace. Visitamos el Duomo, el centro, y poco más porque allí sólo pasamos una noche. Ya empecé yo a percatarme de qué iba el rollo gastronómico en Italia pero no quise darme cuenta bien.

Al día siguiente partimos hacia Venecia pero pasamos el día en Verona, lugar en donde está la casa de Julieta (reclamo turístico mágico para ellos ya que Julieta no existió al ser un personaje de ficción pero que les va bastante bien porque estaba aquello hasta arriba), un mini coliseo que estaban preparando para hacer ópera por la noche y todo el pueblo lleno de gente porque era domingo. Otra cosa que de la que me di cuenta es de lo difícil que es tener coche en Italia y de aparcarlo en los sitios donde no eres residente... difícil si no tienes dinero claro porque si lo tienes pagas el parquímetro y listo a razón de 1,5 euros la hora todo el día todos los días en Verona... Y la comida seguía en la mismas.

A la noche llegamos a Venecia, hotelazo de lujo pero lejos. Había que esperar el autobus en una parada en una isleta en medio de una autovía que había que cruzar jugándose la vida. Nada de coche al centro porque si recordáis Venecia no tiene calles. Al llegar allí se coge el vaporeto que es el autobus-barca que va por los canales y que la gene aprovecha para hacer turismo ya que te da una vuelta por los canales bastante amplia. Vimos casi todo lo que había que ver, la Piazza de San Marco impresionante de noche, había terrazas de restaurantes con sus propios cuartetos de cuerda y música clásica. Nos metimos a cenar en un sitio que estaba en unas callejas de la ciudad y de alguna manera al salir perdimos la orientación lo que hizo que nos perdiéramos nosotros también y nos liáramos a dar vueltas por la ciudad sin encontrar el canal principal. Al cabo de muuuucho rato encontramos la plaza de San Marco pero perdimos el último vaporeto en las narices así que tuvimos que tomar el... ¡¡vaporeto nocturno!! El buho-vaporeto. Al final volvimos bien al hotel pero fue una experiencia interesante perderse de noche por Venecia estando todo vacío. A la mañana siguiente volvimos y estaba la peste de los turistas por todos lados. Parece una ciudad distinta de noche y de día. Visto todo nos fuimos al hotel a por el coche y partimos hacia Florencia.

Allí todas las autovías sin excepción son de peaje cosa que se nota ya que están en muy buenas condiciones de señalización y asfalto, eso no quita para que hubiera obras en algunos sitios pero atascos ni uno. No creo que todo el mundo pueda permitirse viajar todo el rato a todos sitios pagando peajes porque además el combustible está como 40 céntimos más caro de media que en España.

Próximo capítulo Florencia y Roma.