Arrivederci Italia! (2ª Parte)

Nuestro hotel en Florencia estaba a la orilla del río junto al puente Vecchio, que es un puente que está lleno de joyerías y en tiempos de carnicerías. El hotel era como un museo también así un edificio antiguo con los techos altos, pintados y adornados. Nos dimos una vuelta nocturna por la ciudad en la que vimos la catedral por fuera (impresionante), el batipsterio (si se escribe así), y las callejas en general que nos gustan mucho. Cenamos una vez más casi las mismas cosas y disfrutamos de los helados italianos mientras un cantautor de esos callejeros en una de las plazas tenía más público que en toda su vida. A la gente le faltaba hacer la ola.

Por la mañana tocaba la megavisita a la galería Ufizzi (también creo que se escribe así) que es un museo donde entre otras muchas (millones de otras muchas) obras de arte está El Nacimiento de la Venus. Nos tocó esperar dos horas, sí dos horas, de cola por nuestra mala cabeza de no haber reservado las entradas por internet. Y luego la visita fue de otras dos horas largas y eso que al final no nos deteníamos ni en la mitad de los cuadros. Acto seguido nos fuimos a la Academia a ver el David de Miguel Ángel que al natural es mucho más impresionante y grande que en las fotos pero eso sí: no hay mucho más allí que merezca la pena ver así que si váis llevad la entrada comprada también por internet porque hay buenas colas para entrar. Por cierto los precios no son nada populares para estos dos sitios. Vimos la catedral por dentro que no tiene nada con paredes diáfanas. Sólo decir que una de las cosas interesantes que tiene es el suelo. Como ya estábamos para morir de cansancio pasamos de subir a la torre y de pasar al Batipsterio. Tienen una plaza en la que hay reproducciones de algunas de las esculturas más importantes de la zona que a la gente le gusta mucho visitar y... ¡es gratis! Es algo que uno valora bastante cuando ronda tierras italianas. A la noche nos perdimos por la otra parte de la ciudad, la que está al otro lado del río y nos clavaron en una aparentemente modesta terraza 17 euretes por dos vinos y una cervecica. Todo muy popular.

Al día siguiente partimos para Roma. Teníamos el hotel cerca de la estación de trenes de Termini bien situado. Para empezar no lo encontramos porque en el cartel ponía quinta planta de un edificio y era la tercera. El ascensor era la megacostra y fuimos bajando planta por planta con las maletas hasta que lo encontramos y ¡era un hotel regentado por chinos! Fue muy curioso ver hablar al chino en italiano y nosotros en español y ni él ni nosotros nos enterábamos de nada. La habitación estaba nueva y superlimpia, lo único es que la ducha no tragaba bien y si te descuidabas salías en barca del baño. Ese día vimos la Fontana de Trevi de noche que estaba hasta arriba de gente (muchísimos espagnoli), la gente venga a echar las perras al agua para pedir deseos y volver. Parece mentira pero la mejor forma de volver a Roma y la gente creo que no lo sabe es comprarse otro billete de avión a Roma y hoy en día con internet es algo bastante fácil. No creo que la monedica esa en el agua te gestione el tema la verdad. La plaza de Espagna, la del Popolo, etc... He de decir que en la capital a pesar de lo que pueda parecer se come y se cena más barato que por ahí aunque más de lo mismo. Para encontrar algo distinto tienes que buscar mucho y pagarlo caro.

El segundo día fuimos a ver una de las cosas estrellas de la ciudad: el Coliseo y el Foro romanos. Sólo puedo decir que el Coliseo es impresionante y que con los años que lleva levantado y que siga en pie ya me parece mágico. Estaba plagado de españoles aquellos y ahí se nos ve siempre por las voces que vamos dando y por los comentarios tipo "hay que ver qué viejo lo tienen todo" seguido de risas. El Foro estaba bien pero nada como el coliseo, parece mentira la de gente que murió allí y que cupiera tanta gente de público en aquella época en un sitio como ese. Se dice que una vez lo llenaron de agua e hicieron peleas de barcos aunque veo poco factible este tema pero molaría jejeje. Por la tarde vimos la termas y nos fuimos corriendo a casa que unos españoles que iban como pollos sin cabeza por ahí nos contaron que en el Vaticano se montaban pardas de colas y que había que ir a las 7 de la mañana. No sé por qué les hicimos caso porque estaba claro que tenían menos idea que nosotros del tema pero bueno.

A las 7 de la mañana cuando me sonó el despertador me quería morir pero reconozco que mereció la pena porque llegamos y no había nadie allí, entramos silbando sin esperar ni un solo minuto de cola para subir a la cúpula con casi 600 escalones y unas vistas espléndidas de toda Roma y el Vaticano. La Basílica impresionante, los pelos como escarpias se me ponían. El museo del tesoro, las tumbas de los papas la que más éxito tenía era la de Juan Pablo II y luego la plaza de San Pedro. Menuda calidad de visita al no haber casi gente y no esperar colas, si váis ya sabéis lo que tenéis que hacer. Al salir había una cola para entrar a todo eso que daba vueltas por la plaza. Después nos fuimos a los museos vaticanos, en donde gracias a mi carnet de estudiante de doctorado en el que pone en algún sitio Universidad Complutense me ahorré 6 euretes que me dieron mucha alegría, y allí entre otro millón de obras de arte de todo tipo vimos la Capilla Sixtina que todos hemos estudiado en historia del arte en algún momento de la vida. Impresionante pero no es redonda como pensaba (y seguro que más de uno de vosotros también), además no se puede hablar y parece el cole aquello. Estaba llena de gente y había un tío subido en un sitio dedicado exclusivamente a mandar callar y pedir silencio, parecía el colegio estabas ahí despistado y de repente oías un grito ¡Silencio! y todo el mundo callado y murmurando por lo bajini "¿qué se ha pensado este tío para mandarnos callar?" Es que si se habla mucho por las vibraciones se cae la pintura pero bueno los humanos somos así y tenemos que hablar.

Por la tarde visitamos los bares de la zona de Trastevere y aprovechamos la hora feliz de cubatas a mitad de precio y poco más. La verdad es que ha sido un viaje muy estresante de ver cosas pero cuando uno va a Italia es lo que toca. Lo he pasado bastante bien pero con la comida no vengo muy contento debe ser que no me quería gastar mucha pasta y que no busqué mucho. Eso sí algunas pizzas estaban de muerte hechas en hornos de leña. Por lo demás la gente en general muy amable e intentando siempre hablar español al igual que nosotros italiano ya que son idiomas bastante parecidos.

A ver si me llegan ya la próximas vacaciones que empezar a currar otra vez no me gusta. Espero que hayáis sido buenos en mi ausencia eh!!