Los Ascensores

Si existe un lugar malo, malo para coincidir con una persona indeseable es un ascensor. Una persona indeseable no es precisamente una que huela mal o tenga mal aspecto o vete a saber qué, además de todo eso una persona indeseable puede ser un vecino de esos que son de hola y adios en el portal, o un compañero de trabajo que casi no le hablas, etc... Son ese tipo de personas que normalmente lo que más hablas con ellos es para saludar pero en ocasiones la fuerza divina te encierra con ellos en un ascensor durante treinta segundos o algo más. Podéis pensar que es poco tiempo. No lo es. Cuando no sabes qué hablar con una persona es mucho mucho tiempo.

Cuando uno está esperando al ascensor aprovecha para vigilar los aledaños para que no aparezca un sujeto de los descritos anteriormente. Si ves que viene a lo lejos u oyes la llave del portal, de repente, empiezas a pensar que cuando vendrá el ascensor a ver si tienes alguna posibilidad. Pueden pasar dos cosas: que se abra el ascensor en cuyo caso entras corriendo y cantando para tus adentros la canción "no te he vistooooooo" o que te cacen y se metan contigo en el ascensor. La primera opción es un poco peligrosa porque la otra persona lucha por coger ese ascensor, tú no te explicas por qué pero luchan bastante, incluso cuando crees que ya te libras meten el pie y todo para que no se abra la puerta. Es lógico esto porque tú haces igual por coger el ascensor, de hecho vienes corriendo a meterte empujando abuelas o tullidos para entrar y que no te pase eso que pasa cuando pierdes el ascensor: esperar quince o veinte segundos a que venga otro... De hecho, cuando la gente viene corriendo y consigue entrar al ascensor y tú has hecho algo por esperarlo, te lo agradecen como si les fuera la vida en ello: "gracias, gracias por esperar" que tú piensas "oh, sí, soy tan majo por evitarte una espera de medio minuto...".

La otra opción la de cuando te cazan y se meten contigo al ascensor a veces es inevitable pero no por ello mejor. En el ascensor, que por lo general es un espacio bastante reducido, la gente tiende a hacer varias cosas. Una de ellas es mirar hacia el techo del ascensor en silencio, es un techo precioso, las luces cuanta luz dan, es lo mejor mirarlo. Si te metes en un ascensor con cámara en el techo y varias personas el edificio siempre tiene contratada una persona para que comente en alto: "qué cámara más bonita", que no te hace ninguna gracia e inmediatamente todo el mundo deja de mirarla con cara de culpabilidad y pensando "me han pillado mirando la cámara". Otra cosa que suele hacer la gente es mirarse los zapatos, muy divertida esta porque a veces la otra persona también te los mira para ver qué pasa y en el momento en que levantas un poco la cabeza para mirar el número del ascensor y tienes que cruzar la mirada, y con alguna gente esto implica comenzar una conversación que es algo que quieres evitar siempre a toda costa. Mirar los números de los pisos, poner la mirada al infinito, mirar propaganda que lleves en la mano de una clínica que te quita costillas, mirarte la mochila, etc... Todo por no entablar conversación.

Si, a pesar de todos estos esfuerzos, empieza una conversación, los temas suelen ser bastante inocuos: tiempo, fútbol, lo bonita que es la cámara del techo del ascensor... La del tiempo además suele consistir en una conversación en aragonés (comento lo que ya ves, véase un post anterior sobre este tema), es decir, vienes de la calle con estalactitas en la nariz del frío que hace y en el ascensor te comentan: "pues parece que ha refrescado, eh"... no, es que trabajo en una empresa de congelados y me traigo trabajo a casa... o vienes muriendo de calor sudando y te dicen: "qué calor hace, cómo se nota que estamos en verano"... tú verás, vengo sudando porque soy de transpiración fácil no porque sea agosto a las tres de la tarde... vienes empapado de la calle por el aguacero que está cayendo: "cómo llueve ¡eh!"... es que vengo duchado de casa y no me gusta secarme... y claro, acto seguido siempre se suele comentar "claro, es que ya estamos en (pon el mes que toque) y eso se nota"... ni me había dado cuenta porque yo vivo en Marte y allí los meses son de otra forma, o bien, "pues cuando menos mires estamos en (pon la época del año que quieras)"... si te toca verano y vacaciones piensas que vas a cerrar los ojos a ver si se cumple esa predicción. Y el clásico por excelencia es: "ya queda menos para (las navidades, semana santa, vacaciones de verano, etc... elige el que quieras aquí". Luego, según la época del año también hay temas estrellas autóctonos de la época como por ejemplo el cambio de hora ("como se notan los días", "no sé quién se ahorra el dinero con el cambio", etc...) en navidades las compras ("luego dicen que no hay dinero", "estoy harto/a de tantas compras", "esto es un no parar de gastar dinero", etc...), y etcétera de nuevo.

El otro tema del fútbol pasan dos cosas: a mucha gente no le interesa en absoluto el tema o el otro justo se regodea de su equipo que es justo el que le ha dado una buena paliza al tuyo. Si no te interesa el fútbol te va a dar igual porque el indeseable te va a comentar de fútbol todo el tiempo que estés con él en el ascensor y tú sólo vas a poder asentir y sonreir porque no entiendes ni papa de fútbol y le escuchas como el que oye llover pero le da lo mismo él sigue igual. Si es el segundo caso, yo creo que la otra persona se lo huele y trata de hurgar bien en la herida que tú encima que ya tienes bastante con que haya perdido tu equipo como para escuchar a un pesado dándote una buena chapa sobre el tema, que además no querías hablar nada con él.

Tened cuidado con los ascensores, son trampas mortales en compañía de otros pero uno solo puede tener una buena trampa también. Porque si tiene espejo tendemos a hacer tonterías para vernos en el espejo, sacarnos mocos, vernos la tripa levantándonos el jersey... todo esto en los ascensores con cámara hay un tío mirando ¿sabéis?, eso por no hablar de los ascensores transparentes que vas dando el espectáculo para toda la calle.

Algún otro día comentaré sobre qué hacer en caso de quedarse encerrado en un ascensor con alguno de estos indeseables o sin compañía de nadie, porque eso es otra historia.