La dignidad
Hay que ver a los humanos lo que nos gusta ser dignos y la dignidad. Es algo que tenemos como si fuera el oro. Sólo hay que fijarse cuando a alguien le pasa algo ridículo la cara de dignidad y de "no me importa" que ponen, esta cara es así como una cara seria y con los ojos incluso un poco entrecerrados con aire de suficiencia.
Por ejemplo, tú vas así por la calle y no hay nadie alrededor. Tropiezas de esas veces que no te das ni cuenta. Como no hay nadie alrededor caes al suelo e incluso empiezas a dolerte y a poner malas caras diciendo ay ayayayay. Pero si da la casualidad de que hay al menos una persona cerca, no sólo no te caes cuando tropiezas sino que haces el baile del ballet del Cascanueces si es necesario para no caer, y además cuando recuperas el equilibrio milagrosamente miras al personal y pones cara de digno como diciendo "es que me gusta andar así a veces". Posiblemente te hayas tronchado el tobillo, te hayas hecho más cardenales con los golpes que el Vaticano últimamente y tendrás dolores una semana pero la dignidad la tienes intacta... o eso crees porque el que te ha visto todavía se va riendo para su casa.
Porque eso hay que decirlo, las caidas de los demás dan risa. Por mucho que nos empeñemos en decir que pobrecillo quien sea y que tal y que cual... la primera reacción que nos da cuando vemos a alguien tropezas (e incluso caer) es la risa. Pero yo creo que lo que más risa da es la cara de dignidad que pone la gente cuando cae, excepto algunas señoras que cuando se caen se empiezan a partir la caja que ni se pueden volver a levantar de las risas que tienen. Esto es un efecto increíble sobre estos humanos, no sólo provocan risas en los demás sino que ellas no pueden parar montando el consiguiente numerito.
Otro ejemplo de dignidad es cuando corremos para coger el tren y nos cierran la puerta en las narices. La gente cree que quedan muy dignos y que no les importa que les haya pasado eso y encima miran la hora o hacia otro lado como diciendo que les da igual que van sobrados de tiempo, pero eso no es verdad porque desde dentro ves la cara de tonto que se les queda y que casi les pillan la tocha con la puerta. Pero la gente camina así tranquilamente como si no pasara nada...
Pero hay un momento en que la gente pierde los papeles y ni dignidad ni nada y ese momento de la vida es... ¡¡cuando pisamos una mierda en la calle!!. Todo el mundo, además de morirse de asco, empieza a soltar improperios y a lamentarse de su mala suerte. Es como si te hubieran dicho que el siguiente en la cadena de la muerte eres tú, yo creo que te dicen eso y ni así te lamentas tanto que como cuando pisas una ñorda. Empiezas a arrastras los pies, te metes por el cesped más cercano (un error creo yo porque seguramente haya más "minas" esperándote ahí), buscas cualquier método que te haga no mirar ni tocar de cerca la mierda que va pegada en la suela de tu zapato. Lo mejor es cuando no te das cuenta y llegas a un sitio y empiezas a notar como un olorcillo así alrededor a... mierda, claro. Y empiezas, ¡encima!, a desconfiar de los de tu alrededor pensando que son unos cerdos y que alguno se ha descargado de gases ahí cerca de tí. Yo creo que la gente encima tiene guasa con esta situación porque siempre hay una persona pagada por las autoridades vigilando siempre para ver quien ha pisado una sorpresa y animarlos diciendo: "no te preocupes que eso da buena suerte"... la suerte la has tenido tú que me has visto dando el numerito de pisarlo o la suerte sería que me limpiaras tú el zurullo del zapato.
Yo creo que la dignidad es una tontería porque al final todos se van a terminar riendo de tí porque está en la naturaleza humana alegrarse del mal ajeno. ¿O me váis a decir que no os causa cierta gracia ver tropezar a algún semejante?
5 Comments:
ja,ja, em ha gustado mucho este post, porque miuentras lo leía, me imaginaba a mi en ciertas istuaciones, yes que es cierto¡¡¡ ja, ja,a no nos damoscuenta yo creo hasta después, j,aj,a un votito, es irónico pero creo que tod o se basa en un poco de miedo al ridiculo ¿no crees?
A veces todos somos un poco ridículos. Sobre todo cuando intentamos no serlo.
Es verdad que la primera reacción es una sonrisa, a menos que sea muy aparatosa ...
Qué malos somos !!!
Pues no sé, si el que se ha caido me mira, no suelo reirme, incluso me preocupa si alguien se ha escoñado, así que no suelo reirme mucho de las caidas de los demás.
Pero bueno, esto lo digo ahora, que no niego que luego puesto en la situación, me ria de buena gana.
Lo que es verdad que la dignidad no vale de nada, ya que muchas veces, la mantenemos ante gente que ni conocemos, y seguramente no volveremos a ver en nuestra vida.
pues yo no
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