¿Navidad?

Ayer se me ocurrió la maravillosa idea de quedar con unos amigos en plena Puerta del Sol (Madrid) un domingo por la tarde de diciembre. Ya me costó salir del Metro del gentío que había, cuando salí yo pensaba que había una manifestación o algo, allí es frecuente que las haya, de la marabunda humana que había. Mirabas hacia la calle Preciados y sólo veías cabezas, mirabas hacia Carretas igual, hacia Mayor igual, etc...

Diréis que a que se debe ese gentío, ¿gente llevando alimentos para los pobres? no, ¿gente que no tiene otra cosa que hacer y se pasea? no. ¿Qué es pues? La cantidad de tiendas que hay en esa zona. La gente va a comprar, a gastarse las perras, los cuartos de la paga extra. Todo el mundo cargando con miles de bolsas ahí por doquier. ¿Es malo esto? Tampoco tiene por qué serlo pero ¿por qué no nos gastamos toda esa pasta repartida por el año? Así disfrutaríamos más del dinero, porque ir a comprar es meterse al típico centro comercial con más gente que por la mañana en el autobus en plena hora punta.

Lo primero que haces cuando entras a un sitio de estos es tragarte el primer cartel de oferta que haya, además te gustaría tener opinión propia pero como vas dentro de la marea humana pues vas donde decida la marea. ¿Quién es la cabeza pensante de estas mareas humanas? Nadie lo sabe, van conducidas por magia divina creo yo, además la frase que más se oye es: " ¡y luego dicen que no hay dinero!". Cuando consigues llegar a las escaleras mecánicas, resulta que sigue pareciendo el Metro aquello (¿pero no es domingo y estás de ocio?), cuando ya llegas a tu planta te pones a dar vueltas luchando en cada lugar contra otras cientos de personas que van buscando regalos como locos igual que tú. Después de tres horas de tu vida perdidas en estos lugares dando vueltas sin encontrar nada eliges cualquier cosa que te guste más o menos (no demasiado) y lo echas para la bolsa.

Al llegar a la caja te encuentras una cola de escándalo para pagar, he de recordar que además seguramente la caja donde estés tú será la más lenta hagas lo que hagas e independientemente de las veces que te cambies de caja, siempre estarás en la peor. Cuando llegas a la caja, te das cuenta de que te has gastado el sueldo de este mes, la paga extra y el sueldo de enero. Menudo sablazo te han metido. Pero todo sea por el regalo navideño.

Lo mejor es la vuelta a casa, porque todo ese gentío que hay vuelve en transporte público. Así que nada, al mogollón cargado de bolsas con los regalos y sin poder sentarte claro, porque recuerdo que la gente lucha con su vida si es necesario por conseguir un asiento en el autobus, Metro, Cercanías o lo que toque.

Esto es la navidad que nos venden. No penséis que no entro yo al trapo de todo esto, entro como el que más pero luego cuando me paro a pensarlo me da rabia tanto consumismo y tanto gentío. Bueno, no gastéis demasiado que el mes que viene hay que seguir viviendo y además... ¡¡VIENEN LAS REBAJAS!!