La Vida Eterna
Siguiendo con la tradición cuentista que caracteriza este blog y para terminar la semana, vamos a ver qué sale hoy:
Había un señor, llamémosle Sr. X por su seguridad, que tenía muchísimo dinero. Se podría decir que tenía más dinero del que podría gastar en toda su vida. ¿Cómo lo había conseguido? Eso no se puede contar aquí y además no viene a cuento de nada. El caso es que el Sr. X tenía todo lo que se podía pedir en esta vida: casas, coches, posesiones, yates, vacas, tierras, etc... Es el momento que todos esperan que diga "pero no conocía el amor"... pues también le iba bien en eso, tenía una salud de hierro pero ya iba teniendo cierta edad y los achaques no perdonan a nadie seas rico o pobre (aunque siendo rico se llevan mejor jejeje).
Cierto día estaba sentado pensando que era tan feliz que no quería que esto se terminara nunca, es decir, que como tenía todo lo que quería veía que la vida iba a ser demasiado corta para poder disfrutar de todo. Él decía para sí: "ójala pudiera vivir mil años, por lo menos, para gastar todo el dinero en cosas divertidas y en mi familia y tal". La cosa quedó ahí.
A los dos o tres días le llegó una carta de "Long Life Bank"... "bah, otro banco para venderme sus mierdas" pensó Don X. Total, que la abrió dispuesto a encontrarse el típico folleto de propaganda de siempre, pero venía un solo folio con una carta que decía lo siguiente: "Estimado Sr. X: Hemos sido advertidos de su deseo de querer vivir muchos años más de los que le tocarían, "unos mil años más por lo menos" según nuestros informes. Está en nuestra mano hacer sus deseos realidad con unas nuevas técnicas científicas y de otras índoles que hemos desarrollado en nuestra empresa. Si está usted interesado, el precio no será ningún problema para usted a cambio de una larga y próspera vida: todo su dinero, sus posesiones, sus vacas, sus tierras, etc... Es decir, todo su patrimonio. También estaría incluido en el precio el fallecimiento de su esposa y el rechazo de sus hijos. Pero esto para usted no es prácticamente nada a cambio de vivir mil años por lo menos. Si estuviera usted interesado no dude en comunicárnoslo. Atentamente Long Life Bank."
El señor X se quedó bastante sorprendido, a pesar de que era bastante tentadora la oferta de vivir mil años más por lo menos el precio que le pedían a cambio era demasiado alto quizá... o quizá no? Él pensaba que aunque diera todo su patrimonio si había conseguido ser super rico en los piquitantos años que tenía ¿qué no podría conseguir en mil años?. Igualmente le pasaba con su esposa, podría conseguir muchas más en tanto tiempo, e hijos podría tener tantos como quisiera... Así que, en un alarde de confianza en sí mismo firmó el contrato que venía con la carta. Al día siguiente falleció su esposa, por algún casual inesperado perdió todo su dinero y cosas y sus hijos le rechazaron y no quisieron saber más de él....
Al cabo de un tiempo, él seguía igual con sus achaques y cada vez más según iba cumpliendo años. Cada vez estaba más viejo. Decidió que le habían engañado porque él era cada vez más viejo así que escribió una carta a los de Long Life Bank para reclamarles este hecho. La contestación fue la siguiente: "Lamentamos comunicarle que en su contrato sólo hablaba de vivir mil años por lo menos, no incluía ninguna cláusula de juventud eterna, sentimos comunicarle que el contrato no se puede ni romper ni cambiar. Sin otro particular. Atentamente Long Life Bank". No podía ser, estaba condenado a vivir mil años por lo menos sin poder morir y siendo cada vez más viejo, acabaría convirtiéndose en un pellejo sobre los huesos sin posibilidad alguna de poder morir y descansar ni poder moverese de un catre ya que sus músculos y articulaciones al tener tanta edad no podrían soportar tanto. Pero, era lo que él había elegido...
Bueno pues eso es todo por el momento, otro día más.
2 Comments:
Le esta bien merecido por gorron!
Es demasiado duro yo opino. Con una buena paliza hubiera ido servido.
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