Será maravilloso...

Eso dice la canción esa petarda: será maravilloso, viajar hasta Mallorca, sin coger el barco ni el avión... Decían de hacer un puente, bueno pues de Madrid a Barcelona ya hay puente pero aéreo y de tren. El de avión es el que voy a coger yo el viernes para ir de visiteo aunque no a ver al Papa que también viene de turismo este finde a España, si es que es una maravilla ser famoso: vas gratis a todos sitios y te invitan a todo. Yo como no soy famoso pues tengo que pagar of course.

Lo peor, yo creo, es el coñazo del aeropuerto. Primero si tuviera que facturar tendría que tragarme una buena cola de espera para darle la maleta a una señorita que, por lo general, no es muy amable ya que su trabajo seguro que es lo más monótono y aburrido del mundo y para la cual somos poco más que ganado. Después viene la magia del control de seguridad ya sabéis: nada de líquidos venenosos, ni armas (tenedores, palillos y cortauñas también se incluyen aquí), ni cinturones (¿con uno de castidad dejarán pasar?), ni botas (por si llevas un bombazo ahí metido), ni llaves asesinas, ni champú inflamable... Por si fuera poco, la nueva ocurrencia es no poder llevar cartuchos de tinta por si se nos cae y ponemos todo perdido, una medida perfectamente lógica. Por otro lado si consideran que eres una persona sospechosa o que tienes algo potencialmente peligroso (como un bote de fabada por razones que no voy a explicar aquí pero que todos conocéis y con el añadido que no se pueden abrir las ventanas en un avión) ya sabéis a un aparte y a mirarte la maleta entera.

Siempre suele tocar delante a la típica persona que se hace la tonta como si fuera lo de los líquidos una norma nueva y lleva su bote de champú de litro, su colonia de 70 euros el frasco, la botella de vino "güeno"... Todo a la basura, supuestamente, y tan contentos. Eso sí, dentro puedes adquirir todas estas cosas que te han hecho tirar a precios "populares", no quiero pensar pero ¿podría haber mano negra? No seamos tan conspiradores.

Una vez pasadas estas primeras alegrías te toca ir a la puerta de embarque, que en Barajas suele estar bastante lejos y donde viene uno de mis numeritos preferidos que además es distinto según en qué tipo de compañía vueles. Si vas con una de esas de low-cost (nombre muy relativo porque a veces te pegan buenos palos) verás a gente haciendo cola delante del mostrador desde hace dos horas. Un día me acuerdo que llegamos mis amigos y yo y no había nadie, estaba todo el mundo sentado por allí (mirando tensos por si las moscas) y fuimos corriendo a ponernos delante del mostrador... provocamos una estampida a hacer cola hacia allí jejeje, lo que hace la gente por entrar los primeros y coger buen sitio. Mira que en esas compañías casi ningún sitio es bueno porque tienes el sitio justo para las rodillas y eso si eres bajito. Si vas en una high-cost el numerito es similar pero más absurdo: en cuanto la gente que anda por allí ve el menor movimiento se levantan corriendo a hacer cola... ¿para qué? ¡¡Todos tienen asiento asignado ya de antes!! No sé si me hace más risión lo de antes o esto, en fin...

Una vez dentro reza para que no te toque el señor roncador o, peor aun, unos niños. Si te tocan niños cerca y el viaje se alarga o ha habido retraso estás muerto. No vas a parar de recibir patadas en el asiento, oir gritos y lloros, líos variados... Y del roncador no tengo nada que decir, ya sabemos cómo actúan.

Cuando llegas si eres afortunado de estar de los de delante saldrás rápido, si no ya sabes que te toca esperar a que toooooooooooooda la gente baje su maleta, se ponga el abrigo, charlen un poco, hagan el tontilimonguili. De ahí a la calle y si has facturado te espera el monstruo final del juego: la cinta de equipaje.

Todo el personal al lado de donde salen las maletas porque si no haces eso tienes que esperar quince segundos a que llegue a tu lado el equipaje. Y la gran alegría y satisfacción que te da cuando ves salir tu maleta y compruebas que no está bien y no se ha perdido... y, en mi caso, la pequeña alegría perversa que da ver como a algún capullín le han perdido la maleta jijiji, sí soy malo pero no puedo evitarlo.