El camión del tapicero

Voy a hablar de una de las leyendas más míticas que hay en este país y parte del extranjero: el camión del tapicero. Sí, todos lo hemos sufrido en nuestras carnes. ¿Quién no hemos estado en las fiestas del pueblo y nos hemos acostado a las 8 de la mañana (por decir algo) y a eso de las nueve y media hemos escuchado lo siguiente?:



Son frases que hemos de analizar porque no tienen desperdicio además de lo inexplicable de ese negocio, porque ¿alguno habéis visto que alguien baje alguno de sus "sillas, sillones, tresillos, descalzadoras..."? ¿Alguien sabe qué es una descalzadora? ¿No será una tapadera para raptar a la gente dentro de sus furgonetas? Además el mensaje que van propagando es sumamente poético:

“Atención señora, ha llegado a su ciudad el camión del tapicero. Se tapizan sillas, sillones, butacas, tresillos, mecedoras, descalzadoras y toda clase de muebles y tapicerías que tenga en mal estado. No deje pasar esta oportunidad. Tapizamos en tela, escai, terciopelo, curpiel y pana. Recogemos y entregamos en su propio domicilio.”

Otra cosa que quiero pediros es que me expliquéis qué es la curpiel y si alguien tiene un mueble que sea de pana. Y de escai lo único que conozco son los asientos de algunos coches antiguos como los Seat 127 y coches de esa ralea, por cierto que en verano era un tejido estupendo para ir resudado a todos sitios sobre todo si le había estado pegando el sol antes.

Igual que dice el del tapicero tampoco quiero pasar la oportunidad de nombrar a otros grandes mitos de la calle y el vocingleo como el "Melonero" y el "Chatarrero". No sé cómo sería por vuestros barrios respectivos pero el melonero era algo así (a 3987 decibelios y a voz en grito sin altavoz muchas veces): "MELONEROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO" y su análogo el chatarrero: "CHATARREROOOOOOOOOOOOOOOOOOOO". ¿Por qué hemos de gritar la raza humana? No hay necesidad señor chatarrero y señor melonero, seguro que nos acabamos enterando que ustedes vienen por ahí porque somos unos cotillas. No quiero olvidar tampoco al silbidito del afilador con su instrumento que llevaba.

Y por supuesto, he querido dejar para el final al mejor: el butanero. Aquí hay varias variantes. Estaba el que venía y tocaba la bocina del camión hasta que derrumbaba los edificios más cercanos y explotaba todos los cristales de la vecindad. Daban ganas de bajar y pegarle dos tiros en la frente porque por lo general te pillaba en la cama pero no tanto como al de la otra variante que era el que golpeaba unas bombonas con otras haciendo un ruido del demonio además de molesto que se te metía en el cerebro y te daban ganas de sacarte los ojos con una cuchara de comer flan. Pero bueno, es su trabajo.

Si en vuestro barrio había alguien más que molestara podéis comentarlo por aquí porque no quiero perdérmelo. Había otro que venía a mi pueblo que era el de los encurtidos y gritaba el tío (siempre venía en la hora de siesta): "ALTRAMUCES MUCES MUCEEEEEEEEES". Qué alegría me daba escucharlo desde la cama....