Qué cortas las vacaciones

No sé si lo habréis notado pero esta semana no he actualizado mucho el blog (ni poco) porque he estado en Cáceres de vacaciones durante tooooooooda una semana entera. La verdad es que me ha venido estupendo desconectar de la vida diaria porque estaba un poco quemado ya de la vida diaria y de la rutina. Ahora ya estoy pensando en el nuevo puente que nos espera en mayo a la gente de Madrid que tenemos cinco pedazo de días para ir a la playa a montar atascos. Los madrileños somos una plaga que se desplaza en masa como las langostas montando todo tipo de atascos y suburbios pseudo-madrileños.

Cuando más se nota es en verano en los pueblos costeros, vas por la calle y no ves nada más que a paletos madrileños liándolas igual que si estuvieran en su casa pero con los atuendos típicos playeros como son: la camisa abierta por el pecho, pantalones cortos, chanclas, sombrilla al hombro, gorras o sombreros de paja en algunos casos, las mujeres con pareos, hamacas, etc... Y por supuesto: atascos de tráfico y arrasamiento general en los supermercados de la zona.

Lo he pasado bastante bien, por si os interesa, y he dormido poco. Lo que sí me he dado cuenta es de la calidad de vida que se tiene en las ciudades pequeñas: nadie va corriendo a ningún sitio, se conduce despacio y tranquilo (más o menos), la gente es más amigable, etc... En resumen, la gente vive más mansamente que en la ciudad. Me da un poco de envida ese modo de vida pero quizá al estar acostumbrado a la vida de las grandes ciudades posiblemente me agobiaría rápido pero no es una opción descartable vivir en una ciudad pequeña.

Bien, pues esto es todo por ahora. Ya sabéis que ya estoy de vuelta así que iré actualizando todo lo que pueda el blog, traigo nuevas y refrescantes ideas para escribir cosas así que no perdáis comba de lo que pueda ir saliendo. También os animo a participar en el concurso de doblaje de vídeos ya que por la falta de participación hemos decidido dar un poco más de plazo al tema.