Bienvenido a mi Mente

En este blog no tengo ninguna pretensión, simplemente voy a comentar cosas que me vayan ocurriendo o que se me pasen por la mente. Os espero cada poco para que veáis que va pasando, ni yo mismo sé qué podrá ser escrito aquí...

La tira de Garfield

lunes, diciembre 04, 2006

El cine

¿Qué es lo que más le gusta a la gente de ir al cine? ¿Las películas? No. ¿Las palomitas? No. ¿Qué cosa es lo que más gusta del cine? Está claro: las aglomeraciones. ¿Alguien conoce algún cine que no esté siempre hasta arriba?. Me voy a centrar en cines grandes tipo Kinépolis, Cinesa, etc... de esos que están en centros comerciales o perdidos en medio de la nada y que hay que ir en coche para llegar a ellos.

Para empezar, el acceso al cine está que parece la M-30 por las mañanas de coches. Coches parados, gente buscando aparcamiento... además, todo el mundo sabe que los aparcamientos de cines y centros comerciales no hay leyes de tráfico. La ley que los rige es la ley del más rápido y más fuerte. Pasas por una de las calles del aparcamiento y doblar pone prohibido pero si ves salir un coche de un aparcamiento, metes la marcha y haces una salida de ruedas derrapando en la curva (metiéndote por la calle prohibida) hasta llegar al sitio, por supuesto por el otro lado otro "listo" como tú venía también que ni Fernando Alonso. Lo que más raro me parece es que no acabe en piña la lucha por el sitio o que se le haga un sandwich al señor o señora que estaba saliendo del sitio. No puedes reclamar a nadie por las conducciones porque todo está permitido hagas lo que hagas.

Una vez que has conseguido aparcar, que no es tarea fácil, ya vas para adentro. Y ocurre que hay unas colas para sacar las entradas en las taquillas kilométricas, además en esos casos también suele ocurrir la típica pelea por la película para ver. Te pones a la cola y mientras vas discutiendo cuál váis a ver (o si vas solo pues pensando tus preferencias). No sabes cómo, después de media hora en la cola llegas delante del mostrador y ¡no sabes qué película ver todavía!. La chica de la taquilla te pregunta ¿para cuál película quieres las entradas? y tú sigues mirando con cara de besugo la cartelera, la gente de detrás se empieza a impacientar, la mirada de la taquillera te estresa... total, que al final te metes a ver cualquier truño elegido al azar por las prisas y te han clavado 6,70 eurazos además. Y mira que has tenido tiempo para pensarlo.

Ya con la moral tocada te diriges al control de entrada donde... sí, lo adivinaste, hay otra cola. Afortunadamente esta es la fila que más rápido va y donde el chico de la entrada siempre, siempre te pregunta que cuántos sóis... mira, cuando vas más de tres o cuatro me parece bien que lo preguntes pero cuando vas solo o con otra persona se convierte en una pregunta en aragonés (preguntas lo que ves). ¿Cuántos sóis? Pues mira chico soy yo y yo mismo y el abrigo y mi pelo y además también mi ego y.... Por fin estás dentro a puntito de entrar a ver la película pero vienes sin haber comido nada de casa. Craso error. Quieres unas palomitas ya que tienes más hambre que el perro del afilador, te vas a donde la venden y... ¡¡otra fila enorme!!, esto es de risa ya, ¿de dónde sale tanta gente?, no creo que quepamos todos en las salas del cine. Después de otro cuarto de hora perdido tienes tus palomitas, al maravilloso precio de 6 euros por cuatro que vienen y encima, rancias y revenidas.
Ya vas a entrar... pero la vejiga no perdona. A buscar el servicio. En mi caso que soy chico, al pasar por delante del de las chicas veo la megacola que hay y no puedo evitar alegrarme un poco en este caso de ser chico pero... ¡¡hay una cola similar en el de los tíos!! Toma, por alegrarte. ¿Cómo es posible? Pues ya ves. La hora de empezar la película se te va echando encima y decides pasar del servicio y te metes a la sala que, por supuesto, está hasta la bandera. Miras tu entrada a ver dónde te ha tocado y ¡¡bieeeen!! primera fila. Sabes que te vas a perder la mitad de la peli porque tus ojos no abarcan el tamaño de la pantalla, además de que te vas a quedar sordo por estar tan cerca y además que los niños de la familia de detrás están hablando y llorando toda la película porque sus padres se les ha ocurrido la maravillosa idea de llevarles a ver "Los Zombies Vivientes", película apta totalmente para niños...

En resumen, ir al cine es como montar en avión. Tienes que ir tres horas antes allí, como si fueras a facturar y tal, esperar miles de colas, pagar todo a precio de oro y al final te vas para casa con la sensación de haber perdido mucho tiempo y dinero. Hay que ir al cine pero en otras condiciones de vida.

4 Comments:

Blogger Tito Kokin said...

Jejejeje!! Lo peor de todo es que al final la película es un bodrio y le podrías haber sacado más rendimiento a los 20 € que te has gastado y a las 5 horas que llevas en el cine....

04 diciembre, 2006 10:16  
Anonymous Anónimo said...

jajaja muy de acuedo con kokin, todavia si la peli es buena sales con buen sabor de boca...
Por cierto, wordpress es un servidor de blogs como blogger solo que lo hay para tenerlo como blogger o para instalartelo como servidor propio en un dominio que compres... saludos

04 diciembre, 2006 12:50  
Blogger Bender said...

Siempre que voy al cine, me pilla entre semana, por lo que apenas he visto cines hasta los topes. A mi me parece que cada vez va menos gente, y es que con lo que vale, te quedas en casita, que a dia de hoy, hay otras ofertas de ocio igual de buenas.

05 diciembre, 2006 04:29  
Blogger Lucía said...

Muy de acuerdo con este resumen de lo que conlleca hoy en día acudir a una sala de cine. Una de las cosas que más comentamos últimamente Mr.Mole y yo es que cada vez tenemos menos ganas de ver películas en el cine y optamos por la versión casera.
Ahora sólo vamos a ver cosas muy puntuales y en sesiones golfas (aunque deu n'hi do también la fauna a esas horas ...)

12 diciembre, 2006 09:25  

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