Cuenca

Aprovechando que el sábado visité Cuenca me parece justo comentar algo sobre dicha ciudad. Lo primero es decir que no hay habitantes del lugar, me explico: fueras por donde fueras siempre veías parejitas con planos en la mano, grupos de viejos paseando con planos y folletos en la mano mirando todo, grupos de treintañeros admirándolo todo y disfrutando de su "juventud". Pero nadie de Cuenca. Este fenómeno de no visitar tu propia ciudad nos pasa a todos, pocos conocemos los secretos y los encantos de nuestras ciudades y no vamos nunca a verlos, en Cuenca supongo que pasará igual.

Es una ciudad que sólo hay cuestas al igual que Toledo o Cáceres. No hay ningún llano, yo creo que ni siquiera dentro de las iglesias o museos. En Cuenca también hay ese mal que aqueja a muchas ciudades y que se extiende como una plaga: la zona azul. Sí, también hay que pagar por aparcar en Cuenca. La enfermedad de Gallardón se extiende por los pueblos, cascos antiguos, campos de fútbol, etc... no respeta nada, arrasa con todo.

He de decir también que a pesar de estar en alto, aún se puede subir más y ver la ciudad desde arriba, eso sí o bien revientas el motor al coche para subir esa pendiente o subes andando con el piolet en la mano y las botas de montañista. Las famosas Casas Colgadas (sí sí, colgadas ¿tú los huevos los llevas colgantes o colgados?), la catedral de San Julián, el casco antiguo, miles de miradores (porque eso sí, hay un mirador en cada esquina, al principio hace gracia pero al cabo del sexto mirador pues como que ya te aburres un poco a pesar de la buena vista que hay).

Otra cosa que hay que tener cuidado es que no te ataque Juan el Guitarrista... es un señor que hay por allí que en cuanto te ve despistado te da una chapa que no sabes ni donde meterte, además de que no te deja meter baza en ningún momento. Supongo que el muchacho lo hará con buena intención y para, como dice él, ganarse la vida un poco. Te empieza a contar cosas de la ciudad y acaba contándote que era yonki, que ya no se droga, que no se mató porque no sé qué le pasó en una curva, que un cura se tiró del puente y que como llevaba sotana le hizo de paracaidas y no se hizo tortilla, que desde enfrente se ve mejor, que si ahora toma metadona, que si en no se cual restaurante si vas de su parte es más barato, etc... Y al fina,l encima, ¡te dice que le des pasta que se gana así la vida!, pero eso no es lo peor, le das cincuenta céntimos y te dice que "¿sólo cincuenta céntimos?", pero qué quieres chaval con la chapa que me has dado que me quería ir hace media hora que me has comido la vida y encima me pides más pasta.

En fin, yo recomiendo visitar Cuenca. Es una ciudad al estilo de Teruel, Palencia, Ciudad Real, etc... que no son tan conocidas como otras pero que tienen sus encantos y que hay que ir. No penséis que me llevo comisión de las oficinas de turismo de estas ciudades, jejejeje.