La siesta

Ahora que por fin me han dado la jornada de verano hasta septiembre y tengo horario de 8 a 15 me pego unos madrugones que se me está yendo la vida por las mañanas cuando suena el despertador ya que por las noches no hay persona en su sano juicio que se acueste tempranico. Entonces lo que ocurre es que duermo del orden de seis horas o menos cada día... la consecuencia que esto acarrea es las siestas que me meto para el cuerpo en verano, sana costumbre española por otro lado y que hay gente que dice "yo es que no me echo siesta nunca"... Quien dice esto miente, porque la siesta no es algo que uno elija dormirla o no, los poderes sobrenaturales de la naturaleza del cuerpo actuan superando a nuestra mente consciente.

Hay muchos tipos de siesta, mi preferida es la llamada "de pijama y orinal" que consiste en que según terminas de comer (habiéndote pegado un festín) y en contra de las recomendaciones de salud de todos los médicos y sabiondos varios de la tele, te vas corriendo para la cama, te colocas el pijama, pillas un vaso de agua por si acaso te da sed, bajas la persiana hasta los topes (en verano esto es poco recomendable pero...) y te metes a la cama y te arropas bien. En estos casos yo recomiendo poner el despertador porque se te puede juntar el día con la noche durmiendo, se conocen casos de gente que se ha echado una de estas y se ha levantado a cenar puntualmente y se ha ido a dormir justo después. Las ventajas de esta siestas son evidentes ya que pierdes toda fatiga o cansancio que pudieras tener. Los inconvenientes son varios: te levantas que no sabes si es por la mañana o por la tarde o si te tienes que ir a trabajar o si estás en Burgos, vamos que tienes la desorientación de la vida. Por otro lado si la siesta es en verano seguramente te levantes sudando como un pollo y con los pelos así alborotados y la cara marcada por la sábana, que por cierto cuando uno se hace un arañazo o algo se quita casi en seguida pero cuando se te marca la cara con una arruga de la almohada no se te quita hasta pasadas varias horas para que la gente te pueda hacer todo tipo de comentarios sobre tu siesta: "vaya se te han pegado las sábanas eh", "vaya siestas que te has tenido que meter para el cuerpo eh pájaro", etc... También te levantas con la boca bien pastosa porque recuerdad que nos habíamos acostado según nos levantábamos de la mesa, por otro lado tienes la garganta con una buena carraspera de los ronquidos que te has metido. Como complementos opcionales también la acompañan a veces el mal humor generalizado y la pérdida de pensamiento racional, además de un maravilloso dolor de cabeza gratuito. Una siesta muy recomendable para grandes comilones y gente de mal vivir... yo me apunto a estas siempre que puedo. El otro nombre que tienen este tipo de siestas es "planchar la oreja".

También están las siestas light que, a grandes rasgos, consisten en dormir menos de una hora. Yo, la verdad, no las entiendo mucho estas porque son como un "coitus interruptus" que cuando estás en lo mejor te levantas de siesta. Por otro lado este tipo de descanso nunca es en la cama, el sitio por antonomasia es el sofá. Este tipo de siestas no excluye al otro tipo por supuesto, tú terminas de comer y dices "no me quiero dormir que luego me levanto de mala leche", no has terminado de decir "...che" y ya se te están poniendo los ojos como a los chinos, pero claro, la cabezonería te puede y haces unos esfuerzos sobrehumanos por mantenerlos abiertos entonces es cuando llegan los sufrimientos y los ojos en blanco hasta que de repente te quedas "traspuesto". Lo mejor es que te quedas roqueta y en ocasiones das algún ronquido que incluso te despierta a tí mismo y miras para los lados para ver si alguien te ha escuchado así con cara de digno pero acto seguido te ataca la enfermedad oriental de los ojos nuevamente. Para este tipo de siestas están indicados los documentales de la 2 y como reclamo supremo el Tour de Francia. Son mano de santo, es poner ese canal y esos programas y estás frito. A este tipo de siesta se le llama también "doblar el pico", no hace falta explicación yo creo.

Hay gente que dice: "yo es que con 10 minutos ya tengo", mentira podrida... ¡pero si en diez minutos no has cerrado ni los ojos!. Lo que pasa es que no tienes tiempo para más, lo suyo es que te duermas al menos una hora, que te levantes con dolor de cabeza. Hay gente que no sabe ni qué decir para llamar la atención.

Y por último la siesta "aquí te pillo aquí te mato", que es la típica que te puede pillar en cualquier sitio sobre todo en todo tipo de transportes públicos como el tren, el metro o el bus. Lo malo que tiene es que, además del dolor de cuello con que te levantas ya que se te troncha dicha extremidad porque la cabeza nos pesa a todos bastante y ponemos las peores posturas del mundo, haces el ridículo total. Aquí quería yo llegar, el ridículo es lo que más nos preocupa del mundo con este tipo de siestas pero eso no nos impide que nos las echemos claro. Cuando abres el ojo de vez en cuando para ver por qué parada vas también echas un vistazo por si alguien te está mirando, si es ese el caso te recolocas y abres los ojos y te pones lo más digno posible. De golpe te da la dignidad como si no hubieras dormido en el bus... cosa que es un poco difícil con la mancha de babilla que llevas en la camiseta por haber ido calamar un rato antes pero por lo menos se intenta. Claro, siempre van los típicos listillos que van pendientes del que va durmiendo para reirse y como se te ocurra roncar prepárate a escuchar risas y codazos por lo bajini. Es una siesta a evitar también aunque tampoco depende de nosotros.

Yo recomiendo esta sana costumbre que ha habido toda la vida y que ¿quiénes somos nosotros para venir ahora y cambiarla?.